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Colgando rocas
"Dijo Dios: "Sea la luz". Y fue la luz. Vio Dios que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas. Llamó a la luz "Día", y a las tinieblas llamó "Noche". Y fue la tarde y la mañana del primer día."
GÉNESIS, la creación.

"Tronco colgado"
2006

Omar Arenas
Cerro Tecuatzin, México, 2005
En el proceso de intervención de espacios
Cueva de los Monos, San Luis Potosí, México, 2006
"La piedra del Querubín"
Con Nicolás Carrasco y Roberto Carrasco
Cueva sin nombre, Estado de México, 2005

En el proceso de intervención de espacios
San Martino di Castrozza, Italia, 2008
Colgar piedras tiene que ver con la necesidad de analizar el espacio y apropiarse escultóricamente de él con el mínimo de elementos. Se elige una roca como el elemento detonante del conjunto, una roca que vale por sus propias cualidades matericas, por lo que es y no por lo que pudiera llegar a ser, por lo que no se le talla o se trabaja lo minimamente necesario, la roca que se suspende y se aferra de los bordes de otras rocas con cables de acero. La intervención escultórica es vivencial, es significativa para quien logra estar allí y verla, en la obscuridad de una cueva no existe nada si no hay nadie para verla, la luz del aventurero es la que hace realidad el lugar del encuentro su sola presencia activa a toda la cavidad y valida la intervención.
En el proceso de intervención de espacios
Banff, Alberta, Canadá, 2007
En el proceso de intervención de espacios
Las Charcas, México, 2006
Con el Grupo Espeleológico Chicomoztoc
Cueva de los Monos, San Luis Potosí, México, 2006
Las intervenciones de los espacios no podrían llegar a ser una realidad, sin la confianza y la creencia ciega de quienes ayudan a construir esta idea, que se esta haciendo algo comprometido, por muy banal y trivial que pudiera parecer colgar piedras.
A todos ellos un agradecimiento sincero por creer en este proyecto.
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